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Reportaje:

El Misterio del escritor invisible

Fue el rey del disfraz. Un escritor de éxito camuflado detrás de infinidad de nombres. El autor de obras maestras como El tesoro de Sierra Madre El barco de la muerte pudo ser muchas otras personas, por ejemplo, Feige, un simple cerrajero polaco; un actor llamado Ret Marut; también un anarquista condenado en Múnich por revolucionario; un marinero de origen noruego llamado Traven Torsvan e, incluso, Hal Croves, un agente literario. Todos fueron él en alguna etapa de su vida, pero ¿quién fue B. Traven, el nombre bajo el que se cobijó? El hombre que nadie conoce -el título de una antología de sus cuentos- se dedicó durante toda su vida a esparcir pistas falsas sobre su identidad. Hoy, 40 años después de su muerte, se conmemora el Año Internacional Traven, una sociedad se dedica a dar a conocer sus obras, y especialistas y curiosos especulan aún sobre la realidad del autor del que Albert Einstein dijo que se llevaría sus libros a una isla desierta.

Llegó a México como grumete en un barco holandés. Fue panadero, explorador o curandero en Chiapas

"La historia de mi vida es asunto mío", afirmó Traven en más de una ocasión. Se ocultó siempre como un fugitivo. "La única fecha que sabemos con certeza del misterioso escritor B. Traven es el día de su muerte", afirmó categóricamente la revista Stern en 1982. Su viuda, Rosa Elena Luján, con la que se casó en 1957, guarda en México la memoria de su marido y también sus secretos, aunque por primera vez ha accedido a mostrar las fotografías del hombre que nadie pudo retratar coincidiendo con la reedición en España de El tesoro de Sierra Madre (editorial Acantilado).

El hombre llamado B. Traven murió el 26 de marzo de 1969 en México DF. Su última voluntad fue que sus cenizas fueran esparcidas en el río Jataté, en la selva de Chiapas. Un lugar muy querido para el escritor que recorrió en infinidad de ocasiones. "En cuanto sienta que se aproxima mi fin, me refugiaré como una bestia en la maleza más tupida, donde nadie pueda seguirme. Ahí esperaré la sabiduría infinita con gran devoción y reverencia y volveré, en paz y con tranquilidad, a la gran unidad de la que surgí al nacer. Daré las gracias a los dioses si tienen a bien saciar con mi cadáver el hambre de zopilotes famélicos y perros abandonados, para que no quede ni un huesito blanco".

Traven forma parte de esa comunidad de escritores invisibles, aquellos que se esconden del público. "Los sentimientos de anonimato y oscuridad de un escritor son su propiedad más valiosa", escribió el autor de El guardián entre el centeno, J. D. Salinger, uno de los autores más celosos de su vida, junto con Thomas Pynchon, otro de los ocultos de la literatura norteamericana. En el caso de Traven, tan sólo en sus libros se encuentran algunas respuestas al enigma de su vida: "¿Que dónde queda mi patria? En el lugar en el que esté y en el que nadie quiera saber quién soy, ni qué estoy haciendo, ni de dónde soy: ésa es mi patria, mi tierra" (El barco de la muerte).

Traven fue un maestro en fabricar falsas noticias sobre su vida. En algún momento hizo correr el rumor de que él podría ser el escritor Jack London -se suicidó en California en 1916; la leyenda dice que fingió su muerte y reapareció convertido en Traven-. Aseguraba haber nacido en Chicago el 5 de marzo de 1890, nunca asistió a la escuela y se enroló en un barco mercante antes de alcanzar la adolescencia. En otra ocasión afirmó que descendía de una saga de marinos y situó sus orígenes en el norte de Escandinavia. Siempre sostuvo que llegó por primera vez a México como grumete en un barco holandés, y sus libros reflejan los múltiples oficios que ejerció: marinero, recogedor de algodón, perforador de pozos de petróleo, panadero, explorador o curandero. Ni un dato más. Ni siquiera se pudo establecer con certeza el año en que nació, aunque posiblemente fuera entre 1880 y 1882. Cuentan que la revista Life llegó a ofrecer 5.000 dólares a cualquiera que ofreciera una pista para descubrir el misterio de Traven.

Karl. S. Guthke, posiblemente quien más se ha aproximado a la verdad sobre los orígenes del escritor, proporcionó las claves de su vida en B.Traven: biografía de un misterio. La investigación llevada a cabo por Guthke concluye que Traven fue Marut, uno de los líderes intelectuales de la República de Consejos Bávara de Obreros, Soldados y Campesinos de Múnich, creada poco después de terminada la I Guerra Mundial. Condenado a muerte, huyó de Alemania. Traven mató a Marut en 1924: "El bávaro de Múnich ha muerto", escribió en su diario el 26 de julio de 1924.

Jaume Vallcorba, editor de Acantilado y Quaderns Crema, sostiene que Traven fue un escritor genial. "Su personalidad tiene una enorme fascinación por el aura de secreto que se creó en torno a él. Se llegó incluso a decir que Traven era el seudónimo de Esperanza López Mateos [la hermana del que fue presidente de México de 1958 a 1964], su fiel colaboradora hasta su temprana muerte". Para Vallcorba están claros los orígenes del escritor: "Que fue Ret Marut no presenta ninguna duda; Traven era redactor de un periódico bávaro llamado Der Ziegelbrenner (el ladrillero) y fue condenado a muerte por sus artículos. Un buen día desapareció y apareció años más tarde en México". Traven fue en vida un autor muy popular. Sus libros cosecharon un gran éxito y millones de lectores. "Hace diez años", dice Vallcorba, "fui a México para conseguir sus derechos de autor y conseguí contactar con María Eugenia Montes de Oca, hija de Rosa Elena Luján, la viuda de Traven. Yo he visto su máquina de escribir y centenares de fotos que él sacó durante el tiempo que vivió en Chiapas, en la selva. He ojeado sus cuadernos y he visto las botas mexicanas que usó siempre. Es un personaje fascinante y un escritor magnífico, por eso he decidido publicar alguna de sus novelas, como El tesoro de Sierra Madre o El barco de la muerte, que estaba descatalogado".

En 1948, cuando John Huston llegó a México para rodar El tesoro de Sierra Madre quiso conocer a Traven. El escritor se hizo pasar por su secretario, Hal Croves. Un tiempo después, un periodista mostró una foto de Traven a Humphrey Bogart, que interpretaba el papel de Dobbs, uno de los buscadores de oro, en la película, y le preguntó si le conocía. Bogart respondió: "Claro que sí, amigo. He trabajado con este tipo durante 10 semanas en México".

Callado, reservado. Traven propiciaba equívocos a la menor provocación. "Un hombre que siendo uno, fue siendo otro al paso del tiempo", escribió Luis Suárez en el prólogo a las obras del escritor publicadas por la editorial Aguilar en 1969. Traven fue capaz de llevar a extremos insospechados su cautela frente al mundo. Al negar ser quien era a todos los que aseguraban haberlo conocido, se transformó así en un personaje de ficción. P

'El tesoro de Sierra Madre', de B. Traven, acaba de salir a la venta publicado por Acantilado.

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